Viernes musical IV (o placer culpable)

Un día me toco ir a la aseguradora para que valuaran un golpe de mi auto. El servicio, para sorpresa de muchos, fue muy rápido, ágil, dirigido y coordenado. Me tomo cerca de 35 minutos entrar y salir (con cheque y sonrisa) Pero en el medio, en la sala de espera, tenían una televisión para los pobres que esperaron mucho más que yo, donde transmitían un video de un concierto de impresionante producción.

En una canción, bailarines, stunts y demás recorrían la cancha, las gradas (acordonados) y se involucraban con la gente, mientras en el centro del escenario, toda la atención estaba en uno de los íconos musicales (y femeninos) más respetados de la historia. Las primeras notas de la canción (remezclada) “Music” hacía surgir el alarido del respetable, mientras Madonna instaba a todos a juntar sus manos y aplaudir al ritmo del asombroso conjunto multicolor de luces por todo el escenario.

No se que gira involucro, pero poco después de verlo, anunciaron que la artista pisaría tierra mexicana para dar un concierto que era anunciado como imperdible. Uno que a veces se deja llevar por la mercadotecnia (¿a veces?), compro el show. Principalmente por el video de un concierto previo y la espectacularidad del mismo. Aclaro desde ya, no soy fan de Madonna, no tengo sus discos, no escucho su música recurrentemente, pero tampoco me desagrada. Algunas canciones de ella las tengo en el Ipod, y las pongo sin ningún problema.

Cuando el anuncio de los precios salió al aire, solo sonreí y dije: “No”. No iba a pagar más de 300 dolares por verla a ella, ni a nadie, para el caso. Así que lo deje ir, no me preocupo perderme ese “evento del año” ni me quito el sueño. Ver a Madonna en vivo era una mera curiosidad, nada más. Pero fue la semana de su concierto cuando escuche por la radio el nuevo sencillo de su "mixed reviewed" album Hard Candy. Es la canción con la que cierra el recital, acompañada de una docena de bailarines y su correspondiente impresionante iluminación.

La canción (con la siempre respetada compañía de Pharrell Williams) es “Give it 2 me”. No me la puedo quitar de la cabeza. Tal cual. Y la mujer sigue viendose impresionante. El video:







Madonna - Give It 2 Me
Dir. Tom Munro & Nathan Rissman

4 comentarios:

Juniper Girl dijo...

A mí me pasó lo mismo con esa canción. Y cada vez que la pasan no puedo evitar escucharla.

mike dijo...

tan vulgar y ordinaria como esa musica de mercado llamada regaetton ,y el decir "no me la puedo quitar de la cabeza" es tan solo un pinche pretexto de 3 pesos , cuando algo te gusta no tienes porque ponerle esos titulos , a menos , que en el fondo te des cuenta que es una verdadera mierda solo ahi es cuando tienes que escudar tus malos gustos ...

elvis dijo...

varios puntos:

uno. he de confesar que me encanta como cuentas las cosas, en su contexto, con la historieta del coche previa al nucleo de la entrada, Madonna.

dos. Madonna nunca me ha hecho gracia ni me ha cautivado demasiado pero no dudo de lo fuera de lo común de sus espectáculos.

tres. He intentado ver el video, pero al minuto he sentido el impulso de pararlo y he preferido escuchar a Gary Jules.
Creo que Mad world es una de las canciones más bonitas que he escuchado y me ha encantado estar a un click de volver a escucharla.

un abrazo, Serg! si se me permite ese acortamiento... ;)

adayin dijo...

Juniper: Y la dan tantas veces en la radio, en cada estacion (al menos por aca) que pronto creo me va a chocar.

D: Reggeaton? ¿Placer culpable?

Elvis: Gracias por los comentarios. Con la cancion de Gary Jules siempre me viene a la mente ese secuencia de Donnie Darko, el recorrido por los rostros de cada uno de los involucrados. Y aca, Elvis, se te permite todo. Saludos