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I Want to Play a Game



Mi estimado Joel se preguntaba sobre lo que sucedía cuando en una sala no entra ni un alma a presenciar la película. ¿Sigue la programación, se proyecta no matter what? Yo pensaba que la peor función debía ser la última de un domingo y luego fui constante para esas funciones (a mi favor, era en verdad el único horario disponible con el que contaba en ese tiempo) Pero recordaba las veces que he entrado a la sala, dispuesto y preparado para disfrutar la cinta y me encontraba con que éramos 2 o 3 más, o solo yo. En alguna ocasión, éramos 3 y uno estaba profundamente dormido. En otra, éramos 4 y dos estaban profundamente ebrios (creo seguían su fiesta dentro) Una de las últimas que me toco, tres para ser exactos incluyéndome, fue cuando tome la decisión (porque no es una decisión que se tome a la ligera) de ver la tercera entrega de la que ahora parece eterna saga de Saw.

Cuando revise esa entrega, en algún otro espacio, comente de forma no tan breve la conclusión que me había dejado, muy independiente a la cinta en sí. Recuerdo haber estado en la sala, asegurándome que el individuo dos filas atrás de mi, se acercaría y me recitaría el “I wanna play a game”. Me divertí, más por la paranoia que sentía que por el filme y sus sádicas y violentas secuencias (en especial la de una trampa que gira con un personaje dentro) pero definitivamente entendí que jamás volvería a ver una cinta más de esta desgastada saga. A veces me sentía Danny Glover en Lethal Weapon (I’m too old for this shit) pero en realidad, solo presencie el espectáculo para convencer a mi lado más sangriento y sediento de gore que esto ya no ofrecía nada.

Pero mi preocupación se dirigía a lo que encontraba en los foros de la cinta, casi cada tópico versaba lo mismo, si alguien conocía a alguien legalmente adulto que les pudiera acompañar para ver la cinta en la sala. Niños de entre 13 y 15 años angustiados y verdaderamente desesperados por asistir a la que consideraban una de sus cintas favoritas y destinada a convertirse legendaria. No era la imagen de un niño de 13 años viendo imágenes jamás planeadas para ellos, sino el desesperado fervor que le profesaban. Conclusiones habrá muchas, algunos de esos niños ni siquiera ya se interesarán por esta nueva entrega, como muchas otras personas. Nunca he creído que los medios sean los culpables directos de la violencia en la vida real, nunca he apoyado que culpen a una película, un libro, un género musical como el responsable de que los niños secuestren una escuela o demás atrocidades. Ni creo tampoco que esta saga invite o provoque que algún niño decida recrear un juego sádico de este estilo. Sin embargo, si me causaba mucha curiosidad el analizar de qué forma algunos planeaban entrar a la sala sin compañía. Vaya, debo reconocer que eran unos métodos por demás ingeniosos.

Si como muchos predicen, esta saga esta destinada en convertirse en la nueva Friday the 13th, con eso de que exprimían al personaje en tanta secuela como fuera posible, tengo que recordar a Tobin Bell, entrevistado en la promoción de la segunda parte, agradecido con el personaje de Jigsaw, pero con cierta preocupación de promocionar, años después, la octava parte de la serie. Esa imagen no esta muy alejada a una realidad, donde la quinta entrega triplica en un solo fin de semana su costo total.

La primera vez que vi el teaser de la primera cinta, la secuencia de la chica que tenía que abrir a su compañero para encontrar una llave, me emocione completamente. Desconocía todo de esa cinta y desde ahí me tenía sumamente intrigado. Disfrute mucho esa primera parte, con todo y la actuación de Cary Elwes, pero me decepcione terriblemente su secuela (como también la tercera) A la cuarta ya no le entre y de esta quinta no me interesa absolutamente nada. El colmo es que me da una flojera tremenda, mientras que siguen saliendo sus defensores y sus argumentos de cómo no entendemos por que esta hecha y para quién. Estoy seguro que no esta realizada para menores de 15 años, pero son ellos quienes la defienden con bastante constancia.


Acercándose el día de muertos, esta aparecerá en bastantes maratones entre amigos, televisivos, de escuelas y demás. No creo que el famoso Jigsaw sea un personaje con la misma presencia de Jason (en el comparativo común que le hacen) ni tampoco que sea tan recordado y legendario. Pero en algo similar lo quieren convertir. Indudablemente, Jason después de la tercera (tal vez la cuarta) cinta, fue perdiendo innovación, interés, originalidad y se convertía en una triste parodia de él mismo. Mismo caso le sucede a Jigsaw.

Pero, aprovechando las fechas, una de las experiencias más aterradoras es la primera vez que uno recorre la Casa del Terror, llega al final, el largo puente colgante, y vislumbra la tan anhelada salida. Aventurado y desesperado, uno corre hacia la luz para ser enfrentado por el espantoso sonido de una sierra eléctrica y la aparición de un gigante hombre con máscara de hockey que se interpone entre el escape. El ser lanza su sierra contra la gente y esta se atora en un tronco. El espacio dejado por el gigantón es demasiado pequeño, pero nadie duda en intentarlo. El tumulto se avienta, se jalonea, se abalanza a la salida y aún al aire libre, en el patio del parque de diversiones, frente a las sonrisas de los que los esperan (y ríen con sus aterrorizadas expresiones) ninguno de los recién salidos ha olvidado esa terrorífica imagen.

Di con el siguiente video por casualidad y el comparativo entre ambas sagas volvió a aparecer ante mí. Resulta que en Brea, California, se movilizaron y con el estreno de la quinta parte, adecuaron una mansión embrujada cuyo eje es la saga del mentado asesino Jigsaw. La esperanza, para quienes le entren, es ver si la experiencia que tanto disfrutan en la sala de cine, sea igual de agotadora en vida propia. Con esto de que la franquicia no parece en lo absoluto muerta, de que se vale todo, parque temático y versión para consolas de videojuegos, todo esto de Saw me hace pensar en dos cosas: ¿Se convertirá la primera parte en un clásico de culto derivado de lo nefasta que toda continuación ha resultado? La segunda, pobre Jigsaw, quien le manda. A mí ya me dio sueño.



Grandes Villanos - Dr. Christian Szell



Is it safe?


Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo a cargo del campo de concentración Auschwitz II, donde se le conocía como el “Ángel Blanco”. Lo conocemos en su mansión en Paraguay, rodeado de recuerdos de la guerra. Escapo del castigo por sus crímenes acompañado de su hermano, a mediados de la década de los 40´s. Desde que observa el paisaje desde su mansión, sabemos que esta preocupado, inquieto, desesperado. Algo ha salido mal, no sabemos aún el motivo.

Dentista de profesión, el Dr. Szell realizó varios de los más viles experimentos con judíos, los cuales implicaba la tortura mediante sus instrumentos de trabajo. Ambicioso, cambia de giro hacia los diamantes. Extraerle los dientes a los cadáveres antes de deshacerse de ellos le creo una fama temible, a la que algunos cuantos le sobreviven.

Al inicio de esta historia, conocemos el destino de su hermano. Deteniendo el tránsito en una calle de Nueva York, por problemas con su automóvil, atraviesa el camino de un judío histérico, cuyos motivos desconocemos. El encuentro entre ambos propicia una asombrosa batalla automovilística, desplazándose a gran velocidad y teniendo un trágico desenlace. Si, algo ha salido mal. Szell tiene que abandonar su prudencia, abandonar su escondite y enfrentarse al mundo, del que no es ajeno.

Mientras que Henry “Doc” Levy sobrevive a un atentado en Europa, su hermano Thomas “Babe” Levy conoce a una hermosa mujer con la que intenta iniciar una relación. Ella, de nombre Elsa, mide el tiempo que Babe trata de mejorar para poder participar en un maratón, empresa en la que parece obsesionado. Babe no disfruta correr, no le tranquiliza, pero sella las memorias de su padre y de los juicios posteriores que se le hicieron a su muerte. Recorre el parque al lado de varios corredores más con un semblante molesto, furioso, egoísta. Desprecia a aquellos que lo hacen mejor que él. Ella le permite ser más relajado, menos discreto. Eventualmente, la violencia lo alcanza, primero en un parque al lado de Elsa, posteriormente al atravesar el camino de Szell.

Todo esto tiene como motor el movimiento de una gran cantidad de diamantes, trabajo que dejo inconcluso el hermano de Szell. De ahí se desprenden todas las conexiones con cada uno de los personajes que aparecen en la historia. Doc parece estar por encima de cualquier situación, adelante del peligro. Su reunión con Babe es breve. Doc comete un error, uno que todos cometemos, la soberbia. Szell es más que un anciano nazi en constante persecución, por debajo de esa imagen física noble, Szell es un psicópata que no se detiene hasta conseguir sus objetivos.

Convencido de que Doc conserva información crucial para completar su misión, el siguiente blanco es Babe, el hermano que ignora todo lo que esta sucediendo a su alrededor, su relación con Elsa, con Doc, con su pasado.

La confrontación se lleva a cabo en un cuarto. Babe atado a una silla, sin entender que le ha pasado, como ha llegado. El Dr. Christian Szell se presenta con una sola pregunta, una que conforme la repite se convierte en una amenaza terrible. Es ahí, en ese contacto inicial, en ese inmejorable momento, que Szell deja escapar una vez más a ese asesino que tanto daño le hizo a la humanidad.

Babe, sabemos, escapara. Pero su huída no será sin huellas, sin marcas. No solo las físicas. Babe parece decirnos que los habitantes del mundo se odian. Se odian cuando estorban una calle accidentalmente, se odian cuando corren uno al lado del otro y se odian cuando se presentan por primera vez, cuando las opciones que se brindan son dolor o placer.

El Dr. Christian Szell fue personificado por Laurence Olivier en la fabulosa cinta (que acabo de descubrir… mea culpa) “Maratón de la Muerte”

Olivier trabajo enfermo y bajo advertencias médicas hacia el productor de la cinta. Fue nominado a Mejor Actor Secundario en la entrega de los Premios Oscar por su interpretación del despiadado Dr. Szell. En los extras del DVD, Dustin Hoffman aclara aquella anécdota tan mencionada y mal citada. Hoffman dice que para prepararse para la escapatoria después de la brutal tortura, paso tres días sin dormir. Olivier le respondio: ¿Por qué no intentas actuar?. A lo que siguió la explicación de cómo Olivier arriesgaba su vida en cada función de Romeo y Julieta.

Marathon Man (1976)
Dir. John Schlesinger
Guión: William Goldman (basado en su novela) y Robert Towne
Actúan: Dustin Hoffman, Laurence Olivier, Roy Scheider, Marthe Keller, William Devane