Primeros Pasos III / Can you dig it??!!


En algún momento, un gigantesco post para el blog surgió. Ansiaba que llegara el día en que tomara la decisión para hablar un poco de esta cinta. Era tal la emoción, que el día se postergaba constantemente. “Es que tengo que ser emotivo, impresionante, desatado”. Esta vez, fue por mi. El deseo frenético de hablar de una de las cintas que más han marcado mi vida. Tan solo pensar en ella me emociona.

Si lo evaluó, nunca debí haber visto esta cinta cuando me toco. Tenía 7 años y en lo absoluto se puede considerar una cinta para un niño de 7 años. Eso sí, me doy cuenta ahora, es que era una persona mucho más equilibrada entonces que ahora.


Pero no me quiero desviar. La cinta en cuestión la vi con mi papa (de pronto me enseñaba unas joyas absolutas) Mi papa le encontraba un agrado permanente y si no fuera por él y mi madre, el cine para mi sería un entretenimiento más, sin mayor importancia. Tengo que soltar el hecho de que yo alguna vez (y por muchos años) jugué béisbol y el deporte me hizo viajar a otros países. Por eso es el deporte de mis amores, el que sigo sin importar quien juegue y el que disfruto mucho más que otro. Hablar de esta cinta me remite a esos años y me emociona de tal forma, que es imposible para mí tratar de ser concreto. Pasaría mucho tiempo soltando expresiones de asombro y emoción si tuviera que decirlo, recordando secuencias, diálogos, momentos, desagrados. Acabaría desgastado, con la única necesidad de revisarla una vez más.

El primer y más vivido recuerdo de tal es la videocastera (betamax) corriendo la advertencia sobre la piratería, en un fondo azul. El logo de “Videocine”. La pausa en negros. Y de inmediato, un acorde suave, monótono, repetitivo, con la imagen de una gigantesca rueda de la fortuna girando suavemente. El título de la cinta (oh, que emoción) y el metro subterráneo de Nueva York avanzando hasta un primer plano. Y entonces suena con mayor intensidad la armonía, el sintetizador, dirigido, y el riff de guitarra.

La impresionante presentación de quienes se verán involucrados en un evento de magnitud absoluta. Los “colores” de cada uno de ellos, los medios de transporte, las caminatas soberbias. Nadie se metía en el camino de ninguno de ellos. La cita a la que acudían todos esos personajes era en un parque, con un semi-guru, reflexionando sobre la unidad, sobre una nueva etapa de progreso, sobre un sueño. Y a su discurso, ante las miradas de los seres más peligrosos y brutales de la ciudad, un grito brutal que se repetía, acompañado de aplausos y alaridos: “Can you dig it?

La cinta, por supuesto, The Warriors (Walter Hill, 1979) No puedo, verdaderamente, no puedo hablar de todo lo que esa cinta involucra para mi. El descubrimiento de ese medio tan explosivo de comunicación como es el cine, la narración de un grupo de pandilleros “buenos” escapando de una constante persecución y caza. El anhelado regreso a casa. La compañía de mi padre y la emoción que sentíamos los dos por ese momento. Él, seguro, volvía a ser niño y yo, a su lado, me sentía hombre.

Aún no he visto, en pantalla, una secuencia que me haya emocionado tanto como la que presento a continuación. La primera vez que la vi, no entendía porque mi corazón se había acelerado tanto, solo quería más y más. Las siguientes veces que tuve la oportunidad de revisarla ansiaba con urgencia llegar a esa escena. Y cada que la veo, me vuelvo a sentir emocionado, exaltado, con mucha adrenalina.

Ver a esos baseball furies marchando tras The Warriors es una imagen que jamás se borrara de mi mente. Que limpiara toda tristeza que pueda sentir, que me hará sentir igual de rudo que los pandilleros. Que hará que extrañe el sintetizador y el riff que Barry DeVorzon introdujo y convirtió en un clásico. Si, quería disfrazarme como los furies, si, alguna vez jugue a esa escena y si, odie la forma en que Ajax es atrapado.


Con todos los efectos especiales que puedan imaginar y crear, no han llegado a esos 3 minutos de persecución. A 3 minutos de emoción, a 3 minutos de locura. Y por supuesto, a tres minutos de la mejor compañía que tuve (y por partida doble)



8 comentarios:

Joel Meza dijo...

Siempre me lleno de ansiedad con esa persecusión. Creo que la película ha envejecido mal, pero tiene cosas muy buenas, como esta secuencia.

Confa dijo...

La primera vez que vi ésta escena, me puse muy nervioso, sentía, al igual que tú, esa adrenalina dentro de mi. La película se me hace maravillosa, aunque no está dentro de mi top de películas favoritas.

Igor Von Slaughterstein dijo...

Walter Hill es uno de los más grandes cineastas de la historia!!!! Y "The Warriors" un film mítico donde los haya. Imagino que habrás jugado al videouego basado en la peli XDD

Saludos!!

Cotu dijo...

que mal, ni sabia de su existencia, y la tratas con tanto bombo que me veo en la obligación de hacerme con ella, jeje

adayin dijo...

Joel: Si, ha envejecido mal, pero para mi se sigue viendo como la primera vez.

Confa: Me preocupaba el hecho de que fueran muchos furies y poquitos warriors. Escapaban con mucha ansiedad y eso se notaba.

Igor: Totalmente de acuerdo contigo. Si, lo jugue y me divirtio, pero sigo prefieriendo la cinta. Una de mis favoritas.

Confa: Ojala puedas checarla. Vale mucho la pena, aunque sea como curiosidad

Ana A. dijo...

Revivió mucho con el juego de video (muy bueno por cierto, aunque me cuesta la parte de hacer grafitis en las paredes)

Ana A. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
adayin dijo...

Ana: Gracias por tu visita. Es cierto, conozco a varios que a raíz del videojuego le entraron a la película (aunque se desilusionaron) Eso del graffiti es desesperante, nunca puede salir un W decente, además que la lata no dura más que dos intentos.... Nivel de frustración alto. Saludos