Cover + Movie


Contradicción aparte: no me gustan los remakes, pero si me gustan los covers. Algunos, no todos, eh. Temáticamente, ambos homenajes o reelaboraciones tienen los mismos patrones y el mismo concepto. Son, finalmente, reinterpretaciones (a veces homenajes) de cintas y canciones realizadas previamente.

Aprovechando la breve platica que tuve con un gran amigo, nadie es el nuevo Pink Floyd, el nuevo Led Zepellin, el nuevo Iron Maiden, el nuevo The Cure, ni siquiera el nuevo Kiss. Pero muchos grupos recientes, y no tanto, son galardonados o condenados bajo la comparativa con los grupos grandes de antaño, sonidos, letras, evolución, etc. Resulta injusto realizar comparaciones de esa índole y ensombrecer el trabajo de tal o cual artista. Aunque algunos grupos aprovechan esa ola de comparaciones para crear su propia personalidad o su propio ejercito de fanáticos leales. Efectivamente, casi todos los grupos de la actualidad conservan esquemas similares a los grandes monstruos clásicos. Quizá lo que cambia, en beneficio o no, es el público joven consumidor y desmedido que se apasiona como parte natural del crecimiento. Es curioso entonces escuchar a The Strokes “coverear” en sus conciertos canciones de Marvin Gaye o Lou Reed. A Pearl Jam haciendole honores a The Who y demás ejemplos. Algunos solo llegan a los oídos de los asistentes al evento, otros salen de ahí a formar parte de nuevas grabaciones y otros, de plano, son por encargo.

Nos gustaran o no, el cover (como el remake) seguirá produciéndose incansablemente. Muchos lo consideran un sacrilegio, a otros les parece una buena colaboración. Lo único cierto es que aún no he escuchado algún cover que supere la original (no, ni siendo fan de Sonic Youth, su versión de Superstar me parece inferior)

Algunas películas presumen en su soundtrack, la versión covereada de tal canción por el artista de moda del momento. Como en este blog nos encanta el cine, aprovechamos para compartir algunas canciones que aparecieron en discos promocionando una cinta, reinterpretadas por grupos o solistas que en su momento eran la sensación (algunos siguen siéndolo) Salvo la versión de “My Way”, todas fueron grabaciones originales para esas bandas sonoras.


1. Sympathy for the Devil – Guns ‘n Roses
Original de The Rolling Stones (Interview with the Vampire, 1994, Neil Jordan)

2. Mad World – Gary Jules
Original de Tears for Fears (Donnie Darko, 2002, Richard Kelly)

3. Dancing Barefoot – U2
Original de Patti Smith (Threesome, 1994, Andrew Fleming)

4. Across the Universe – Fionna Apple
Original de The Beatles (Pleasantville, 1998, Gary Ross)

5. Lovesong – 311
Original de The Cure (50 first dates, 2004, Peter Segal)

6. My Way – Syd Vicious
Original de Frank Sinatra (Godfellas, 1990, Martin Scorsese)

7. Heroes – The Wallflowers
Original de David Bowie (Godzilla, 1998, Roland Emerich)

8. Another Brick in the Wall pt. 2 – Class of ‘99
Original de Pink Floyd (The Faculty, 1998, Robert Rodríguez)

9. Dead Souls – Nine Inch Nails
Original de Joy Division (The Crow, 1994, Alex Proyas)

10. I’m waiting for the Man – David Bowie
Original de Lou Reed (Almost Famous, 2000, Cameron Crowe)

Por fin en México!!!


La arbitraria leyenda decía que el vocalista de la banda, en su primer visita a México (donde tocaron en una vil bodega frente a 12 personas por alla de 1994) sentado dentro de un table dance entro en una nueva gran depresión (que le dan seguido) después de ver a una bailarina poco agraciada haciendo sus raros movimientos bajo la música de su sencillo "Creep". Dicen que por eso, por ese recuerdo, la banda no tocaría nunca en México.

La verdad es que todo el viaje fue catastrófico y la experiencia les dejo bastante incomodos. Hace poco más de 6 años se afirmaba que otra banda jamas tocaría suelo mexicano. Quizá su argumento era un poco más confiable: su guerra personal contra el monopolio que domina la organización y lucratividad de todos los conciertos en el país (o el Amo de los Boletos). Vinieron, tocaron y clonaron el mismo show 2 veces más. Dos años más tarde regresaría Eddie Vedder y compañía después de probar la emotividad (y el despilfarro de dinero) que el publico mexicano genera en cada tocada.

Así se van muriendo los rumores. NIN, Depeche Mode, Pearl Jam, Madonna y varios más ya tocaron en estas tierras, cargando la afirmación de muchos de que jamas lo harían.

Yo soy uno de los que juro que la banda que anuncia su concierto para Marzo de 2009 jamás tocaría. Amor desmedido a su música se combinaba con un odio desenfrenado a su rechazo (mamones, mierderos, divas eran palabras que salían de mi cuando pensaba en Yorke y su rechazo por tocar en el país) Todo eso ha desaparecido milagrosamente, jeje, jamás fue un sentimiento tan honesto, era pura envida e impotencia.

Si es una enorme noticia, pocas se dan de este tamaño (musicalmente hablando) que Radiohead regrese a México después de años de ausencia, de exito y de una extraña conexión con el público mexicano. La que se dice es la mejor banda sobre el planeta en la actualidad, tocara el 16 de Marzo de 2009 en el Distrito Federal (y aparentemente también el 17 y 18)

Con Radiohead es complicadísimo elejir una canción. Favorita o considerada la mejor, el repertorio es tan amplio (y su música tan variada) que uno se siente muy incapaz de elegir una, pensando en todas las que dejara fuera. Sin embargo, me armo de valor y pongo el video de una de las canciones que más me gustan de ellos. Una de las primeras que escuche, del disco The Bends, es también una de las más comerciales (para bien y para mal) pero me trae muchos gratos recuerdos.

A la ansiosa espera de Marzo 09, el video del asalto (canción que seguramente ni tocan en la gira... si son un poco divas, pero se les admira y adora como se debe):


Dir. Paul Cunningham

Death Race



La tendencia parece predecir que Jason Statham se quedará en el papel de duro, brutal y musculoso personaje que puede sortear tanto conflicto se le atraviese. Pero siempre viéndose bien (o cool, si se quiere) La saga de The Transporter pareciera no tener fin, se estima el próximo estreno de la secuela de Crank (con todo y que el personaje aparentemente murió) y seguro repetirá su papel de segundo al comando en la secuela de The Italian Job. La verdad es que sus personajes parecen ser la continuación del previo, solo que con esteroides. Hay que aceptarlo, tampoco le queda nada mal al antiguo nadador profesional, luchador de MMA y experto en Kick Boxing.

Death Race (Paul W.S. Anderson, 2008) se pensaba como el nuevo vehículo de lucimiento para el actor y también una perdida de tiempo. El director Anderson tiene un catalogo de ineficiencia y pésimas cintas, la cinta se trata de un remake más (ahora de una cinta de culto producida por el legendario Roger Corman) y el propio Statham viene de protagonizar películas que en el mejor de los casos fueron mediocres (vaya, estuvo bajo las ordenes de Uwe Boll) Quizá es la suma de todos esos defectos que la cinta traía desde su gestación que el resultado final es más que aceptable. Curioso que el vehículo de lucimiento no sea para Statham, sino para la experimentada Joan Allen. Muchos nos preguntábamos que era lo que hacía una actriz de su calibre en un proyecto derivativo y bastante menor. Bueno, lo revitaliza, lo hace interesante y brinda la mejor actuación de la cinta como la toda poderosa villana sin escrúpulos que aterroriza a los más temidos criminales dentro de una de las prisiones más salvajes.

En un futuro bastante cercano, la economía en Estados Unidos colapsa, no hay empleos y todos son criminales (casi). Las grandes corporaciones manejan las prisiones y encuentran la forma de hacerlas lucrativas. Jensen Ames (Statham) es, sin aviso, incriminado por el asesinato de su esposa y va a dar a la prisión comandada por Hennessey (Allen) donde se realiza, periódicamente, la carrera de la muerte, un serial de autos televisado de tres etapas donde el ganador (para el caso, el que sobreviva) obtiene su libertad. Ames, que resulta ser un antiguo pero estupendo corredor de autos, es invitado para tomar el lugar de un indestructible piloto enmascarado cuya popularidad eleva el nivel de audiencia del emocionante espectáculo, porque finalmente los condenados a participar son criminales en sí.

En manos del propio Anderson, los zombies no son ni temibles ni sangrientos (ni bien maquillados), los alienígenas son una triste parodia de ellos mismos y los depredadores jamás lucen tan desangelados. Alejado de la ciencia ficción, el director parece menos presionado y lo hace con confianza y soltura para sorpresa de cualquiera. La cinta avanza sin muchos tropezones, ni descalabros. La narración solo se enfoca en lo que le importa, sin distracciones. Statham y el resto de los actores secundarios (Tyrese, Ian McShane) se notan divertidos y algunas secuencias de la carrera son muy logradas.

Pero la pericia que Anderson muestra en muchos puntos parece desaparecer los últimos 20 minutos, cuando ya todo se vuelve repetitivo e irritante. Si bien la historia gira alrededor de Ames, el entorno nunca se siente amenazador ni problemático, más bien un mero trámite. El resto de los criminales pilotos caen demasiado pronto como para convertirse en un peligro latente, la resolución de las situaciones cae en lo arbitrario, las diferentes etapas de la carrera no ofrecen mucho y Joan Allen desaparece un buen metraje. Y aunque eso podría ser desastrozo (especialmente por el director) nada parece demasiado importante (ni un asesinato a sangre fría) como para ser imperdonable. Solo es cuestión de dejarse llevar y reconocer cierto esquema complaciente, poco demandante y bastante emocionante.


PS:

La verdad es que no presento mucha resistencia cuando se trata de cintas ubicadas en prisiones. A eso se le adhiere Statham, autos tuneados, persecuciones, balaceras, pues me rindo muy fácil. Además, las obligatorias chicas (de una prisión contigua) como co-pilotos, desfilando cual pasarela de modas (por supuesto, todas de muy buen ver) que mas da, diría uno.

Incluso antes del inicio de la cinta ya me sentía perdido, sin imparcialidad ni objeciones. Esto debido al avance previo. Placer muy culpable, esta cinta la espero desde ya para el próximo año. Nada nuevo, nada interesante, nada de propuesto. No. Pero mucha velocidad. ¿De que me sirve negarlo?



El horror....



Respeto muchísimo al señor Steven Spielberg.
Me divierte bastante el señor Will Smith.
Salvo muy contadas excepciones, odio los remakes.

De esos últimos, hay dos casos que me han parecido francamente absurdos. El rumor es que a los gringos no les gusta ver las películas con subtitulos (demasiada información para el promedio y a eso sumarle que hay que leer, pues no, pobrecitos) La cinta Quarantine - remake de la española Rec, y el remake a cargo de Matt Reeves (Cloverfield, 2008) de la cinta sensación en Europa, el cuento de hadas de vampiros Let the Right One In (Tomas Alfredson, 2008)

El remake de esta cinta ya estaba planeada a los dos años de su estreno. Parecía que todo estaba alineado para su elaboración cuando el milagro sucedió y el proyecto se cancelo.

Ahora, la pesadilla vuelve con todo. Una cinta de Spielberg con Smith en los créditos sin duda llama la atención y se antoja. Pero NO de esta cinta, no el remake de esta cinta. Por favor, que alguien los detenga:

La información (o el rumor, esperemos) se dio en Variety.
El trailer de la maravillosa cinta original es el siguiente:

Si es lamentable...

Las secuencias de ficción y terror que se vieron el día 4 de Noviembre en la ciudad de México generaron muchas cosas. La primera de ellas y la que aún se busca generar: paranoia. Real o injustificada, uno en verdad tiene que sentirse un poco paranoico después de ver semejante despliegue de imágenes dignas de una cinta. Por supuesto, la paranoia no se genero sin tener antes un dejo de incredulidad. La noticia que se esparció a gran velocidad dejaba a todos sorprendidos, boquiabiertos e impresionados. Y no era para menos. El jet que se desplomo lo hizo no en una, en la intersección de dos de las avenidas más concurridas y circuladas de la ciudad. Gente en llamas, en pánico, en dolor. Las líneas telefónicas se saturaron brevemente, todo mundo se reportaba con sus seres queridos o los buscaba si sabían que andaban por esa zona. La preocupación iba en aumento. Poco después se revelaba que los tripulantes de la nave eran miembros del Gobierno, uno de ellos el Secretario de Gobernación. Y más tarde, todos ellos eran declarados fallecidos.

La impresión no cesaba. Las dudas tampoco. Y dentro de todo ese entorno, relucía la anécdota de un señor que había quedado de verse con su esposa por la zona. El señor la vio en una esquina opuesta, se saludaron y sonrieron. Él siguió el camino por las calles para encontrar un lugar donde estacionarse, de pronto la explosión. Y después, la esquina donde la había visto estaba vacía. De su esposa no había rastro. Desconozco si la situación tiene una conclusión todavía.

Pero alguien, algún comunicador de algún noticiero se atrevía a expresar una de las opiniones más estupidas que escuche esta semana. El suceso había distraído al pueblo de la emocionada celebración del triunfo del primer presidente afro americano en la historia del país de las barras y las estrellas.

El sueño de Luther King dudo mucho que se transcribiera como los sucesos de esta semana en la elección presidencial más costosa y absurda de los últimos años. No logro entender como es que uno desde esta perspectiva pueda emocionarse de ese suceso. ¿De verdad creen que este señor va a ayudar a las relaciones tiránicas hacia los demás países? Particularmente, la elección no me tenía sin cuidado, pero ninguno de los candidatos me hacía tener un poco de paciencia o fe. En realidad, ambos eran temibles. No puedo desentenderme del tema como quisiera porque finalmente determina muchas cuestionasen mi país, pero no puedo más que maldecir al personaje que consideró la elección y su resultado como una celebración a nivel global, mucho menos después de lo que vimos dentro del país.

Toda esa emoción me recuerda al anterior presidente de la Republica, Vicente Fox, quien tenía las esperanzas de millones, de quien afirmaron era quien llevaría el cambio que tanto buscabamos y del que se presumía una nueva etapa de prosperidad en el país. Así como muchos lo celebraron a su llegada al poder, muchos celebran la llegada de Barak Obama a la presidencia del imperio más descontrolado de la historia. Una cosa es segura, Obama verá primero por su interes que por el de la más grande minoría, los latinos.

Y como la gente responsable de South Park parodiaba esa celebración, con gusto la comparto: