The Surrogates


Poco a poco, los más románticos van desencantándose de que el futuro no ha sido lo que habían vislumbrado. Siguen sin existir los autos voladores, las máquinas del tiempo, robots que ejecuten todas las tareas. No se ha conquistado el espacio, no hay colonias en Marte para vacacionar (o emigrar) Seguimos sin tener contacto fidedigno de vida en otros mundos, no hay una guerra interplanetaria ni hemos llegado a comernos a nosotros mismos (vía galletas) No, el futuro no ha sido el que muchos imaginaron, muchos más leyeron y varios más aspiraron a admirar.

En su parte melancólica, el futuro ha sido más lineal de lo que se imaginaron. No quiere decir que aquellos que se atrevieron a cuestionar la posición del hombre en el tiempo y espacio se hayan equivocado del todo. Sigue siendo casi un delito caminar, políticos sustituyen a bomberos en la quema de libros, los atardeceres marcianos no brindan mucha mayor esperanza que los terrestres. Ahí siempre se encontró una constante. La perversión de una humanidad que avanza sin frenos hacia el ocio, un camino que fuera de facilitarle situaciones o entornos prohibitivos, la han encaminado hacia una especie de decadencia que, como todas, demuestra que no todo esta perdido. En ese esbozo de esperanza, siempre sale a flote el héroe, mucho más cerca (desde su futuro) a nosotros (su pasado) que a su realidad (su presente) Un humano desesperanzado, desilusionado, desmotivado que dentro de tanto pesar, encuentra su propia rectitud, su incongruencia.

The Surrogates (Mostow, 2009) juega con muchos elementos y a la vez con ninguno. Basada en una novela gráfica, desestimada quizá por lo actual de su publicación, la versión cinematográfica va mas o menos así: “La gente vive vidas remotas desde la seguridad de sus casas a través de sustitutos robóticos: representaciones mecánicas atractivas y perfectas de ellos mismos. Es un mundo ideal donde el delito, el dolor, el miedo y sus consecuencias no existen. Cuando el primer crimen luego de años quiebra esta utopía, el agente del FBI Greer (BRUCE WILLIS) descubre una vasta conspiración detrás del fenómeno de los sustitutos y debe abandonar a su propio sustituto, poniendo en riesgo su vida para develar el misterio

Robert Venditti (autor de la versión en papel) acostumbraba a sus héroes y villanos a un futuro que se materializaba como muchos otros, la tecnología como muletas de la humanidad cuyas manos acabarían por endiosarla y volverla obsoleta casi de inmediato. Nada precede tanto orden, como el desorden.Los sustitutos servían como vehículo de orden, de paz, de armonía, pero también con irresponsabilidad de sus usuarios, su desinterés, su pasividad, su dependencia

La cinta de Jonathan Mostow (director de la menospreciada Terminator 3, 2003) formula una intriga con menos clavadez y más dinamismo. Apenas si rozaba con alusiones de un futuro alarmantemente ajeno a sus habitantes, pero es un hecho que apenas roza con fabulas futuristas mucho más desarrolladas y desmedidas. Indudablemente, la cinta propone un entorno interesante, ese llamado “Second Life”, el pánico generalizado a la locura y autodestrucción, la visualización de la persona como un tercero, en su belleza y dedicación. Pero todo pasa a una velocidad y en una narrativa tan desordenada que poco queda en el espectador. Había mucho más de la historia del creador de “los sustitutos” que bien pudo entrar en la cinta, cuya participación se siente demasiado favorable y predecible. Los villanos, esos humanos anormales que creen que al ser sustitutos pierden su identidad (y su entrada al cielo, de paso) quedan relegados como una tribu de sádicos criminales victimizados por la urbe fantasiosa y plástica. El héroe no tiene ni motivación, ni movilidad, ni interés y de tal suerte, el respetable mucho menos.

Quizá el mayor problema es su estancamiento. No solo en la idea, en la propuesta de su futuro monótono, sino en la mano de Mostow, quien, francamente, sabe montar secuencias de acción bastante afortunadas. Acá, hasta la acción parece con flojera, medio dibujada, medio demostrada, medio creíble.

No deja de ser un ejercicio meramente palomero, pero en la profundidad de no tomarse en serio (valga la redundancia) no se especifica que hay que hacerlo con tanto desdén. Pero siendo justos, tiene un momento verdaderamente ejemplar y emotivo. El héroe acaba de discutir fuertemente con su esposa, o más bien, con su sustituto (porque la mujer jamás pone un pie fuera de la cama donde vive permanentemente conectada) Al día siguiente la busca, en la estética donde le desprende el rostro completo a otro sustituto, para corregirle los pómulos. Al llegar, trata de explicar sus motivos, sus excusas, exasperándola por completo y motivándola a apagarse, a desconectarse, quedando su muñeco físico completamente desentendido del mundo. Algo que muchos ven, viven y hacen sin requerir de un sustituto.


The Surrogates (2009) * *
Dir. Jonathan Mostow
Guión: Michael Ferris & John Brancato (basada en la novela gráfica de Robert Vendetti)

4 comentarios:

Joel Meza dijo...

"Quizá el mayor problema es su estancamiento. No solo en la idea, en la propuesta de su futuro monótono, sino en la mano de Mostow, quien, francamente, sabe montar secuencias de acción bastante afortunadas. Acá, hasta la acción parece con flojera, medio dibujada, medio demostrada, medio creíble."
Echácatamente.
Y coincido con que tiene momentos muy buenos que hacen desear una pejor película, como ese que describes en la peluquería.

adayin dijo...

Si y lo mismo con la novela gráfica (que bien o mal leí después de ver la película) Va, va, sube y nunca llega a donde uno quisiera (no me preguntes onde es eso)

Ese momento en la peluquería me cayo como de golpe. Momentos como cuando en una discusión, la otra persona se da media vuelta y se va, dejandote todo el coraje contenido. Aca es el update de dicha situación, simplemente pum, se desenchufa y hazle como quieras...

Jajaja, ya, me desquite de todas, je.

Joel Meza dijo...

Como dijera el tío de talía: te dolió, ¿verdad?

Srta. Maquiavélica dijo...

no puedo creer lo q me dejaste en mi blog jejee , asie s estuvimos en el mismo lugar a la misma hora??? mm pues no yo si llegue temprano a la función jajaa, me toco sentarme uhhh de ver sabido q estabas ahi te hubiera dicho para q te sentaras a mi lado(si porq no habia nadie en ese lugar jejee) en fin ojala pronto coincidamos con el buen alex (alias chico disney méxico)jejee y pues respecto a la movie me gusto la manera en q empiezas tu relato si q si¡¡¡ espero q el futuro no sea tan aburrido eso de tener sustitutos neta q no me late¡¡¡
besos colega(por lo administrador ahh y por lo cinéfilo)