Hatchet


Hay anécdotas que suelen ser mucho más interesantes que toda una historia. Hay que reconocerlo, todos tenemos una adicción por el detalle bastante incomprensible. No podemos escuchar todas las anécdotas y algunas no necesitan ser escuchadas. La de Adam Green no entra en las últimas. El director de la tan celebrada cinta Hatchet (2006) ha contado esa anécdota en cada festival que se ha presentada, a cada persona que no le ha preguntado y hasta en los extras del DVD esta narrada a detalle.

La anécdota no es breve (si la quieren checar esta en este link) pero involucra la forma en que Green conoció la música (su principal motor), en específico el glam rock (me niego a considerarlo dentro del metal) principalmente vía la inmortal (y en ocasiones ridícula) imagen de Dee Snyder y la forma en como el líder de Twisted Sister le respondió una carta que cambio la vida de Green.

Hatchet, entonces, cobra vida como el sueño más emblemático de su director y una especie de recreación a todo lo que veneraba de niño, todo lo que formo parte de su evolución a adulto y como cada episodio de su vida seguirá arrastrando la anécdota de vincularse con su ídolo Snyder, a quien por más extraño que parezca también le rinde tributo.

Varios amigos se lanzan al Mardi Grass en Nueva Orleans, supuestamente para ayudar a uno de ellos a olvidar y superar una relación con su novia que fracaso después de 8 años. Tal amigo no tiene ningún interés por el desfile (mucho menos por sus tradiciones con los collares…. ¿cómo pa que?) y si demuestra atención a un famoso paseo en lancha a través de un pantano que se dice hechizado y maldito, donde todas las tragedias inician. En compañía de uno de sus amigos, un arremedo de guía, dos actrices porno, su director, una pareja de amables viejecillos y una misteriosa mujer (jaja) emprenden tal recorrido para, por supuesto, descubrir que el pantano nada de legendario tenía, todo era demasiado real.

Real para ellos, los personajes, porque una vez que el encargado de convertir todo esto en un slasher aparece, sus métodos destructivos son exquisitamente ridículos, por no decir ridículamente exquisitos. El asesino de nombre Victor Crowley es una deformidad desde nacimiento, al que le hacían burla y cuyo padre resguardaba cuidadosamente en casa, creyendo que de esa forma lo protegía. La casa merodea el pantano. Ellos llegan al pantano. Crowley nunca abandono el lugar.

Green creció viendo todo lo slasher que se encontró y se nota en cada secuencia. Crowley es capaz de desprender articulaciones completas de sus victimas en un solo movimiento, despellejar cabezas, levantar y estrellar cuerpos a placer. Pero también es lo suficientemente torpe para que con un empujón caiga al suelo desmayado, permitiendo que los inocentes crean que se han salvado de tal situación. Paso por paso, letra por letra, Green sigue el esquema que como fan añora y ansía vivir, muertos apilados, asesinatos en las formas más bizarras y suculentamente gráficas y un asesino indestructible asechando, en el más sepulcral silencio, y descontando personajes.

Como autentico fan en posesión de una cámara de cine, un equipo completo y un millón de dólares para recrear su sueño, Green se enreda en su propia autocritica. Sabe que no esta construyendo nada innovador, no pretende ganar premios, ni quiere ser la película que cambie el rumbo de la cinematografía actual. Es un fan, haciendo una película para él y otros como él. No puede esconder su emoción de contar en sus filas a leyendas de ese género como Tony Todd o Robert Englud, como tampoco puede esconder su autentica emoción de estar creando algo similar a lo que él atesora. Como fan, no pude dejar de reír en toda la cinta y aplaudir el brutal exceso de sangre y tripas que se muestra. Nadie tiene de malo eso, pero tampoco puede exigir un interés mayor al que ya le han dado.

Es una destrucción sin sentido, sin origen y sin final. Aunque ese final, tengo que reconocerlo, casi me hizo sucumbir ante todo el encanto que Green quiso imprimir en toda la historia. Hatchet es más una anécdota, como la que su director cuenta sobre Snyder. Nada más, pero nada menos.



Hatchet (2006)

Dir y guión: Adam Green

Actúan: Joel Moore, Tamara Feldman, Mercedes McNab

4 comentarios:

Joel Meza dijo...

Maldición, ya no existía Twisted Sister en mi memoria. O eso creía. Maldición.

Ana A. dijo...

¿¿Me la prestas????...también...

adayin dijo...

Mantovanni: Gracias por pasar. No digas muy alto pirata porque muchos se enojan, pero es una forma de distribución que hasta algunos directores (en especial los nuevos) agradecen

Joel: Nah, te engañabas, pero Dee siempre estará en la memoria de todos los que vivimos en los 80.

Ana: Si, por supuesto (¿porque tambien?)

Sam_Loomis dijo...

La inflaron muchísimo cuando iba a salir me acuerdo, 'Hatchet' terminó siendo como bien sostienes, una anécdota de todo lo slasher que le gusta al director Adam Green ese (que por cierto se me hace un vato remamon en entrevistas) pero hecho de una manera que no me gustó nada. Los personajes me molestaron mucho, la historia tarda en levantar vuelo, ese final abrupto que parece que la película está incompleta, etc. Lo único que me gustó fue el gore, eso estuvo muy bien hecho.

Muchos Saludos