Must List / 1
(Dir. Godfrey Reggio, 1982)
De las cintas que he planeado (aún no termino) incluir en este llamado “must list” esta creo es la más complicada. No por la elección, sino por la demanda que provoca. La vida fuera de balance, de equilibrio, la desintegración de la vida en busca de una nueva ruta de la misma. Hay varios significados al título de la cinta, una palabra Hopi que quizá implique más a la ironía del concepto que a la definición estricta.
En la búsqueda de definir esta expresión artística, Koyaanisqatsi ha sido leída en varios estados de percepción. El más común (y el más inusual, según yo) resulta ser una reflexión sobre la estancia y permanencia excedida del hombre en el planeta, la modificación a su entorno basándose en sus necesidades mundanas y casi anti-proféticas. Nadie es capaz de negar los efectos negativos que el ser humano ha ido dejando en su entorno, la imagen de una naturaleza debilitada (¿?) y casi vengativa puede llevar a pensar que existe una ideología a base de imágenes largas, intensas y de un modo condensadas que poseen cada una un concepto bastante claro y evidente. Aunque bajo el mote de la creación a base de la destrucción, la cinta acierta en darle una mecánica a la vida en general.
De ese modo, no hay un respaldo que quiera justificar ni las acciones del hombre ni la pasividad de la naturaleza. La cinta misma antecede a quienes quieren endilgarle un concepto. En esa búsqueda de adjetivos comprensibles, en la ausencia de elementos que requieren cierta ignorancia, la lectura es diferente para cada espectador. En realidad, asumimos demasiado, queremos abarcar poco pero comprenderlo todo. Las personas, en esa desmitificación de su breve estancia, necesitamos generar rutinas, mecánicas perfectamente montables y establecidas. No hay un espejismo al cual acudir cuando todo termine por caer, puesto que finalmente lo que en la vida se asume como elemental, como natural, es justo aquello que provoca ese desequilibrio con el entorno y en consecuencia, con la mera existencia.
Ni videoclip, mucho menos videoarte, Koyaanisqatsi es una demostración muy diferente, una expresión que carece de límites y una cinta que cuenta perfectamente una historia. Siendo teóricos tiene su planteamiento, su inicio, su desarrollo (su plot point), la invitación a un tercer acto que no quiere diferir de sus antecesores y un clímax narrativa, estructural y musicalmente espectacular: un delirio visual proyectando tal saturación de todos los elementos que es imposible no resentir el esfuerzo que el espectador termina involuntariamente ejerciendo para admirar uno de los momentos más vibrantes y lúcidos en la historia del cine (aquel que han titulado The Grid)
Reggio jamás ha clamado el proyecto como único y jamás podría hacerlo. Esto es obra de un cerbero, de un monstruo de tres cabezas. Uno es el propio Reggio quien efectivamente conceptualizo la idea, planteando un desarrollo que solo fue permisible con la incorporación de las otras partes. Por un lado, el cinematógrafo Ron Fricke (quien edito el trabajo junto a Reggio) quien con su majestuoso montaje permite el fluir de una historia intima y ampliamente descriptiva. Y por el otro, el maestro. Philip Glass. Casi perseguido y asechado por Reggio, Glass creo no la música de una película, sino el sonido que cada imagen necesita para expresarse, el experimento de idear en tonos cada secuencia, cada idea, cada montaje. No es el condimento, es la esencia misma. Es asumir demasiado, pero me animo a decir que la música que Philip Glass creó para Koyaanisqatsi siempre estuvo ahí, en el inconsciente de cada ser humano. Y seguirá ahí, perdurando, mucho después de que todo se haya ido. Lo mismo sucede con esta cinta, el concepto solo necesitaba ser encontrado. Y quien lo hizo, ese cerbero, lo ha compartido.
8 comentarios:
"Delirio visual", me gustó ese término y me intrigó a la vez. Se que lo primero que "calificas" (si pudiera decirse así) de una película es la imagen, por lo que seguramente esta cinta debe llenar mucho tus expectativas.
¿Dónde la consigo?...
Yo tengo años sacándole la vuelta en el bb... sobre todo porque nadie me la había recomendado nunca. Un día de éstos, Sergio, un día de éstos.
Ana: Pues es definitivamente eso, un delirio visual, tal cual. No es fácil tolerar, digamos, cierta pasividad. Pero el resultado es increiblemente gratificante. Mira, yo la he visto mucho en los Mix Up, en un paquete doble con la secuela, Powaqatsi. Y bastante baratas. Si no, de plano te la presto.
Joel: Pues mira. Me confirmas algo. De las que planeo incluir, esta es una que un cuate me dijo "nadie la ha visto" y yo decía, nah, se que muchos la atesoran. Pero bueno, si la recomiendo ampliamente. Tendrías que verla. Pero cuando te nazca, eh, no por obligación ni nada.
Si mejor préstamela, se me hace que es cara...y con eso de que venden y no venden en donde trabajo es mejor cuidar los pesitos,...
Recuerdo que mi primer encuentro con esta cinta fue precisamente en un taller de realización. De ahi me hice fan, aunque desafortunadamente las otras partes de la trilogia no son tan buenas, y la ultima es mas efectista que otra cosa. Sin embargo, Koyaanisqatsi tiene una narrativa hipnotica tan rica... tan profunda. Imperdible.
Extraño film al que logras sacar miga. Es totalmente necesario este tipo de cine, que se aparta de convencionalismos y permite que la narración avance hacia nuevos horizontes qie tantos y tantos se llegan a traspasar (y a aceptar que otros traspasen) SALÚ.
qUISE DECIR "SE NIEGAN A TRASPASAR" XDD Dedos locos me llamaban
Dan: Nunca pude ver Powaqatsi, pero si vi Naqoyqtasi y me gusto. También me la tope por primera vez en un taller y un sabado a las 8 de la mañana. También me volvi muy fan. Que bueno que coincidimos con eso de imperdible. Aunque sea una vez en la vida hay que verla.
Ferkurt: No se si sea accesible o no, pero sin duda coincido en que rebasa lo cotidiano que se ve en pantalla. Odio la comparación con videoarte, de hecho cada que la reviso, encuentro su historia, no solo el compilado de imagenes. Gracias por la visita, saludos!
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