What happens when you sleep?
Slamdance Film Festival es el nombre de uno de los tantos festivales que se producen al año, instalado en la ciudad de Utah, proyectado en las mismas fechas que el festival grande de la misma ciudad, el Sundance. Sin tanta popularidad, pero la misma arrogancia y soberbia, el Slamdance se auto nombró un festival de verdadero espíritu independiente (sea lo que sea que eso signifique) y agrega ser uno “by filmmakers to filmmakers”
En su ambición, todo festival tiende a ser muy sobrado a la hora de promoverse, sin embargo este abusa de su propio egocentrismo. Sea como sea, directores buscando establecerse en el panorama han aparecido por sus ediciones entre ellos Christopher Nolan (con Memento) Jared Hess (con Napoleon Dynamite) o Marc Forster (con Monster’s Ball) Apariciones de gente como Matt Reeves y J.J. Abrams (con Cloverfield) poco a poco han ido convenciendo que lo independiente nada más era trámite
Su edición 2008 rescató una cinta que ha generado mucho fervor, al menos entre los geeks obsesionados y uno que otro fan desesperanzado del horror, de nombre Paranormal Activity (Peli,2008) Su popularidad ascendente se debe, primero, a que parece ser una cinta ultra low budget con un estilo de falso documental similar al de la valorada/sobrevalorada Blair Witch Project (Sanchez, Myrick, 1999) narrando la experiencia de una pareja que enfrenta en su nueva casa a espíritus o demonios o algo similar. Y segundo, la cada vez mayor proliferación de hechos, anécdotas, leyendas urbanas que se han ido formando en la red conforme se acerca su estreno.
Poco después de ser presentada, con bastante éxito, en el Festival de Toronto (TIFF), surgieron las especulaciones. Una de ellas, vinculaba a un espectador, de nombre Steven Spielberg, que recibió el Screener de dicha cinta y que tuvo que devolverla en una bolsa de basura argumentando que la cinta estaba embrujada (según en su hogar se cerraban puertas y demás maleficios… uy)
Después se filtro el supuesto acuerdo en contrato donde Dreamworks compraba la cinta, pero deseaba producirla con un mayor presupuesto, actores de renombre y la curiosidad original quedaba relegada al DVD Edición Especial, donde planeaban incluirla. En búsqueda de un producto más pulido, se realiza un test screening con algunos potenciales escritores e invitados especiales. De la función salían hordas de invitados, aterrorizados, paranoicos, dementes y, supongo, uno que otro payaso payolero. Debido a la reacción de los supuestos especialistas, el estudio decide estrenarla en pantalla grande, aprovechando la temporada, el mercado y la cantidad de rumores que se producen a diario (¿o no iba a ser Eddie Murphy el actor para encarnar a The Riddler?)
Sin duda, el avance parece interesante. Desafortunadamente, también el de Carriers (Pastor, 2009) y la cinta es espantosamente sosa. Diez años después del planeado y estudiado suceso que en su momento fue la Bruja de Blair, diez años de tanta cintas de horror planeadas, presupuestadas, infladas y, en su mayoría, decepcionantes, alguien creyó que era buena idea repetir el experimento (o Dreamworks se dio cuenta que pago 2 pesos por ella, para exprimirla en millones) Y las críticas le han respondido favorablemente.
Si la publicidad (o canal de distribución) de boca en boca es altamente redituable, también tiene sus desagradables consecuencias. Tampoco es una garantía que Harry Knowles, Bloody Disgusting o Dread Central aseguren que se trata de la mejor película de horror en muchos años. Pero el estilo realidad/ficción mas realidad que ficción llama a la gente. Si están tan acostumbrados a ver CNN todo el día, participes de todo el amarillismo que la cadena vomita, porque no obtener la sensación de estar en medio de un huracán. Claro, desde la comodidad de una butaca, añejos de la responsabilidad, del involucramiento, de las consecuencias. Felices de atestiguar el sufrimiento de alguien más. Felices y acostumbrados.