The Joker: Graphic Novel
Él contaba una anécdota sobre un hombre obsesionado con recorrer el mundo en un día, a bordo de un auto. Habiendo fracasado en innumerables intentos, el hombre se sentó a un lado del camino, maldiciendo su mala fortuna. Apareció un samaritano pensando que tenía problemas. El hombre asesino al samaritano y a todas las personas que venían a bordo de su auto. Lo tomo y espero a que el sol se ocultara, para intentarlo de nuevo.
Evidentemente jamás lo logro y jamás se supo que fue de él. Lo interesante de la anécdota resaltaba en el hombre, quien culpaba a los autos de no conseguir su objetivo. Jamás cruzo por su mente que lo que el creía poder hacer era imposible.
La historia es contada por uno de los villanos favoritos del año y quizá uno de los más admirados en el tiempo: El Guasón en la novela gráfica The Joker, escrita por Brian Azzarello, creador de 100 bullets, Hellblazer y Primer.
Muy en la línea de The Dark Knight (2008, Christopher Nolan), Azzarello presenta a un Joker, recién salido de Arkham cuya única intención será recuperar lo que considera suyo, Ciudad Gótica. Si en algo casi todos se han reunido en aplaudir la cinta de Nolan fue la reinvención de todo el entorno del súper héroe, especialmente el de su Némesis. Ver a este renovado y violentísimo criminal en esta nueva entrada de Azzarello al mundo del murciélago, es mucho más impactante que placentero. El villano ha dejado de ser el desquiciado pero simpático antagonista para convertirse en un desequilibrado bipolar que parece cuestionar todo a su alrededor, pero se revela paulatinamente como un alma controladora de todo lo que tiene que enfrentar. Finalmente, lo odia todo, lo desprecia todo, la humilla todo. Avanza sin mucho cuidado, sin dudas, sin aviso.
Anteriormente, el escritor fue responsable de otra lujosa narración de otro de los villanos más reconocidos, Lex Luthor. Ahora, con mucha precaución, recorre los movimientos del psicópata solo que desde el punto de vista externo, desde la perspectiva de un miembro de su banda, quien, llevando de la mano al lector, se impresiona y se emociona en los primeros encuentros con el villano, se siente parte de algo mucho mayor que él, ambiciona una posición más poderosa y al llegar a ella, rebota contra una realidad que, aunque predecible, no quería notar. La simpatía y la lealtad que el individuo siente hacia su nuevo patrón produce que todos admiremos sus decisiones y sus acciones hasta poder reconocer que no había nada plausible, nada concreto, nada de que sentir orgullo.
Aunque la historia gira en torno a ese personaje y al propio Joker, Azzarello se da el lujo de presentar a varios personajes para emoción de los fanáticos, dentro de ese oscuro mundo que ha desarrollado (Harley como una bailarina exótica, The Penguin como un cuidadoso defraudador y The Riddler… a bordo de un BMW)
La teoría tendría que cuestionar porque el amor desmedido hacia el personaje. Todas sus acciones son rechazadas por el común social, son despreciables y son destructivas. A todos nos gusta verlo desde un lugar a salvo. Sin embargo, la falta de filosofía en el villano produce una sensación de libertad que nosotros desconocemos. No hay ataduras, no hay remordimientos. El temperamento de Joker cambia a cada segundo, donde pasa de asesinar a sangre fría a una pareja (solo por diversión), a las lágrimas desmedidas y deprimidas, para después violar a una mujer que acaba de rescatar.
La curiosidad de la anécdota que se atreve a narrar, la del hombre y su auto, logra adentrarse en lo más profundo del lector, cuestionando si solemos culpar las deficiencias de nuestro entorno. O simplemente evadimos cualquier responsabilidad que enfrentamos.
The Joker es una impresionante obra, sin tener que narrar un inicio ni un final. De tal suerte que uno de los personajes más emblemáticos ha revelado tener mucha historia que contar. Y a nosotros, la realidad de que solemos ser curiosos, solo para no probar.
Muy recomendable
Evidentemente jamás lo logro y jamás se supo que fue de él. Lo interesante de la anécdota resaltaba en el hombre, quien culpaba a los autos de no conseguir su objetivo. Jamás cruzo por su mente que lo que el creía poder hacer era imposible.
La historia es contada por uno de los villanos favoritos del año y quizá uno de los más admirados en el tiempo: El Guasón en la novela gráfica The Joker, escrita por Brian Azzarello, creador de 100 bullets, Hellblazer y Primer.
Muy en la línea de The Dark Knight (2008, Christopher Nolan), Azzarello presenta a un Joker, recién salido de Arkham cuya única intención será recuperar lo que considera suyo, Ciudad Gótica. Si en algo casi todos se han reunido en aplaudir la cinta de Nolan fue la reinvención de todo el entorno del súper héroe, especialmente el de su Némesis. Ver a este renovado y violentísimo criminal en esta nueva entrada de Azzarello al mundo del murciélago, es mucho más impactante que placentero. El villano ha dejado de ser el desquiciado pero simpático antagonista para convertirse en un desequilibrado bipolar que parece cuestionar todo a su alrededor, pero se revela paulatinamente como un alma controladora de todo lo que tiene que enfrentar. Finalmente, lo odia todo, lo desprecia todo, la humilla todo. Avanza sin mucho cuidado, sin dudas, sin aviso.
Anteriormente, el escritor fue responsable de otra lujosa narración de otro de los villanos más reconocidos, Lex Luthor. Ahora, con mucha precaución, recorre los movimientos del psicópata solo que desde el punto de vista externo, desde la perspectiva de un miembro de su banda, quien, llevando de la mano al lector, se impresiona y se emociona en los primeros encuentros con el villano, se siente parte de algo mucho mayor que él, ambiciona una posición más poderosa y al llegar a ella, rebota contra una realidad que, aunque predecible, no quería notar. La simpatía y la lealtad que el individuo siente hacia su nuevo patrón produce que todos admiremos sus decisiones y sus acciones hasta poder reconocer que no había nada plausible, nada concreto, nada de que sentir orgullo.
Aunque la historia gira en torno a ese personaje y al propio Joker, Azzarello se da el lujo de presentar a varios personajes para emoción de los fanáticos, dentro de ese oscuro mundo que ha desarrollado (Harley como una bailarina exótica, The Penguin como un cuidadoso defraudador y The Riddler… a bordo de un BMW)
La teoría tendría que cuestionar porque el amor desmedido hacia el personaje. Todas sus acciones son rechazadas por el común social, son despreciables y son destructivas. A todos nos gusta verlo desde un lugar a salvo. Sin embargo, la falta de filosofía en el villano produce una sensación de libertad que nosotros desconocemos. No hay ataduras, no hay remordimientos. El temperamento de Joker cambia a cada segundo, donde pasa de asesinar a sangre fría a una pareja (solo por diversión), a las lágrimas desmedidas y deprimidas, para después violar a una mujer que acaba de rescatar.
La curiosidad de la anécdota que se atreve a narrar, la del hombre y su auto, logra adentrarse en lo más profundo del lector, cuestionando si solemos culpar las deficiencias de nuestro entorno. O simplemente evadimos cualquier responsabilidad que enfrentamos.
The Joker es una impresionante obra, sin tener que narrar un inicio ni un final. De tal suerte que uno de los personajes más emblemáticos ha revelado tener mucha historia que contar. Y a nosotros, la realidad de que solemos ser curiosos, solo para no probar.
Muy recomendable